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La construcción de este colegio arrancó a finales de los años veinte ante la necesidad de contar con grupo escolar de Enseñanza Primaria, aunque la primera piedra no se colocó hasta 1930. Dos años después, en septiembre de 1932, fue inaugurado por Miguel de Unamuno durante una visita a Elda en la que también inauguró el Monumento a Castelar.

Fue uno de los primeros centros educativos construidos gracias al Plan Nacional de Promoción de la Obra Pública, siguiendo el mismo patrón arquitectónico de otros colegios repartidos por toda España. Inicialmente recibió el nombre de Emilio Castelar, pero también fue conocido como Escuelas Nuevas y Escuelas Nacionales.

Aunque durante la Guerra Civil siguió siendo un centro educativo y contó, además, con una cantina promovida y gestionada por la Sociedad Religiosa de los Amigos en la que se daba de desayunar a los niños eldenses, con la llegada del Gobierno de la República a Elda, en febrero de 1939, pasó a ser un edificio gubernamental. Se desalojó todo el mobiliario escolar y se convirtió en sede de la Subsecretaria del Ejército de Tierra y sede del servicio secreto conocido como SIM o Servicio de Inteligencia Militar.

Tras la salida del gobierno de Juan Negrín, albergó durante un tiempo a las tropas franquistas y en sus instalaciones se celebraron consejos de guerra.