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El Teatro Castelar fue construido a principios del siglo XX a iniciativa de la Sociedad Artística y Recreativa La Eldense y se inauguró en 1904, convirtiéndose rápidamente en el epicentro cultural de la ciudad. En los años veinte fue ampliado, añadiéndole palcos, plateas y anfiteatro, y dándole una mejor distribución, más comodidad y elegancia.

Durante la Segunda República tuvo un papel destacado como lugar de proyección de cine y representación de teatro y espectáculos musicales. Durante la Guerra Civil se celebraron en el Teatro Castelar diversos actos políticos, representaciones teatrales locales  y actos benéficos a favor de la causa republicana, como la despedida popular brindada a las Brigadas Internacionales y el homenaje a los soldados caídos.

Destaca también la velada literaria protagonizada en 1932 por Miguel de Unamuno, quien se desplazó a Elda con motivo del centenario del nacimiento de Castelar. La velada consistió en la lectura del relato  ‘Recuerdos de Elda o las Fiestas de mi pueblo’. Unamuno leía y comentaba párrafos del libro y durante su aplaudida intervención, el rector de la Universidad de Salamanca dejó palabras tan bellas como éstas: “Tenía Castelar a Elda un amor casi físico. Un amor de gran cristiandad en parte, y de paganía en mayor parte. ¡Natural! Esta tierra vuestra incita mucho a la paganía. Hay luminosidad y hay un contento de vivir que a los que venimos de fuera no deja de chocarnos”.